Sólo los labios del vaso me besan como me besaban los de ella. Sólo el sonido de los hielos me canta al oído palabras de amor que ya creía haber olvidado pero que siempre vuelven en mis viajes a la melancolía. Siempre viajando solo, siempre intentando dejar los recuerdos en la botella. Siempre fracasando.
De a poco la sangre se va llenando de nostalgias, de recuerdos invasivos, de silencios acallados por los años, de sopores y desesperanzas. De a poco los miembros van cediendo al relajo y entregándose a la desidia y la pérdida de control. El tiempo deja de ser algo insoportable y su tiranía se ve derrotada por la indiferencia; él necesita de mi amor a la vida para someterme a sus caprichos y este va desapareciendo entre sombras y mareos.
La realidad va dejando espacio a una fantasía delirante. Las imágenes dejan de parecer realidad para olvidarse en falsos entendimientos y malos entendidos. Los sonidos se tornan ensordecedores como cañonazos que hacen callar al silencio que ya no es posible, que ya no puede serlo.
Los olores invaden los recuerdos, los sabores destruyen la quietud de mi boca, los colores ciegan mis ojos y el tacto se vuelve abrazador, quemándome y anulándome. De a poco va llegando el momento donde la salida se vuelve urgente pero imposible; la esclavitud irremediable y la caída impostergable. Los sueños sólo son las sobras de las pesadillas. Los recuerdos llamados a volver a besar para caer más hondo y olvidar que no hay salida, que no hay a donde huir y que sólo se puede abrazar la realidad hasta que esta me aplaste o me mate, aunque nunca lo hace.
Mañana la experiencia de hoy será una razón más para beber, para escuchar el sonido de los hielos resquebrajándose en el ámbar del infierno, retorciéndose, como rechazando el destino de destrucción que les fuera impuesto. Al menos ellos se desintegran mientras vuelven bebible la muerte, refrescándola. Al menos ellos pueden nadar sobre este mundo, disfrutando de mi dedo revolviéndolos, divirtiéndolos, mientras se destruye. Si uno pudiese entregar su frío, quedarse solamente con el poco calor, con el recuerdo de algún verano imposible, irrepetible, congelado en un invierno permanente, petrificado en un alma cubierta de nieve. Si al menos los labios del vaso me rechazaran como lo hacían los tuyos. Pero me besan y me cantan al oído, destruyéndome como tus labios, con tus besos y tus promesas.
Me encanto el texto, las metáforas son maravillosas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, voy a pasar mas seguido.
Un beso!
Hola amigo, vine a desearte unas felices pascuas.
ResponderEliminarEs lo primero que leo tuyo, parece que te has desleído dentro del vaso, en el mismo borde me pareció ver el carmín de sus labios.
ResponderEliminarDesde los mares de Extremadura, te dejo un abrazo.
Gracias por pasar así puedo conocerte un poco.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Son labios engañosos.
ResponderEliminarQue dejan volar las columnas.
Me ha encantado leerlo así contado.
Desde la realidad que oprime y marea..pero que por un corto espacio de tiempo te abogá a una realidad mas llevadera
Lo malo es la resaca.
Un placer leerte.
beso
Faaa!
ResponderEliminarhermano!
que bellas palabras.
Muy lindo.
Excelente descripcion.
salute.
me gsuto mucho este texto, al comienzo senti una fuerte influencia de bukowski pero sin lo escatologico
ResponderEliminartenes alguno publicado?
Ignacio, excelente texto, bello, descriptivo, "aplastante". Me gustó mucho.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios.
Virginia Palomeque
Mira cómo se tocan las historias, Ignacio. Hace un par de meses escribí un breve relato para un amigo argentino que se llama "Cinco décadas nostálgicas y un whiskey". Parece que terminamos movilizados por las mismas cosas.
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog, que lleva como una semana apenas en proceso de construcción. Veo, en cambio, que tienes un enorme trecho recorrido. Qué alegría eso! Me da mucho para leer.
Cuídate y que estés muy bien
"Sólo los labios del vaso me besan como me besaban los de ella"
ResponderEliminaruna gran frase para el inicio.
también los besos que saben a ron son difíciles de olvidar.
gracias por tu comentario.
Saludos.
http://tortuedutemps.blogspot.com/
http://expulsadosdeleden.blogspot.com/