///Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos. Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta. Me engañan y yo debo ser la mentira. Me incendian y yo debo ser el infierno. Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo. Mi alimento es todas las cosas. El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo. Debo justificar lo que me hiere.
///Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
ResponderEliminarMe tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
Soy el poeta. (JLB)
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Todo dicho.
Beso enorme.
SIL
Sencillamente ¡Sublime!
ResponderEliminarUn abrazo!!
Magnífico, Ignacio!! Como si uno pudiera cambiar quien es, vaya (in)credulidad.
ResponderEliminarUn besazo,
A.
Paso casualmente por este blog y me encuentro con esta perfecta definición de mi estado actual...
ResponderEliminarUn abrazo admirado
JÁ, entendido a la perfección, mi comandante! Estamos en sintonía :)
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