Se acercó a la orilla del tiempo, a un hueco en la tierra. Miró impotente y docil, como se mira el destino que no sabe consultarnos. No lloró, ya habría tiempo para eso, pero sentía el dolor subiendo por sus entrañas y colonizándolo todo. No entendía la necesidad de pasar por esto, por qué, para qué. Se arrodilló suavemente, las lágrimas se acumularon, suicidas, en sus ojos, y tomo un terrón de tierra. Mirando el polvo mojado y apelmazado lo soltó sobre los restos, ya sin vida, y se fue. Así como no sabía cuándo había nacido, no tenía claro, tampoco, en que momento había muerto el amor.
siempre me ha parecido precioso el epitafio de los romanos: sic tibi terra levis (aunque la verdad es que no me gustaría pensar que el amor está enterrado, ni muerto ni enterrado, no creo que eso suceda nunca, ni siquiera creo que muera aunque muera la persona a la que amas, y bueno, si es uno mismo el que muere, pues la reflexión deja de tener sentido, o no, porque... y porqué no va a permanecer suspendido, prendido, en el aire, de alguna forma? ...pero supongo que aún así, nada sale del universo, que lo abarca todo y que las formas cambian, y las semillas germinan, y la nube se vuelve lluvia y las estrellas se abren, pero todo, permanece) bueno, me acabo de acordar de los agujeros negros... bien, yo no creo en ellos.
ResponderEliminarAy Ignacio, esos sentimientos dolor, desamor algo tan feo pero tan necesario para crecer.
ResponderEliminarBesitos y te quierOoO!
A mi me queda claro que no se como ni porque nace o muere un amor, pero si se sabe cuando.
ResponderEliminarMil cariños
"..... tomo un terrón de tierra"
ResponderEliminarCuantas veces hemos sido conscientes de que todo se acaba y nos quedamos vacíos. Sin decir nada.
Esto o nada.
Besos Ignacio
Muy Hermoso !
ResponderEliminarun beso
Precioso Ignacio.
ResponderEliminarYo creo que siempre es más facil saber cuando nace el amor que cuando muere. Su nacimiento es estrepitoso, lleno de fuegos artificiales y flujos corporales. Sin embargo la muerte suele ser lenta, seca y con lento caminar. Es tremendamente dificil saber cuando empezó la decrepitud.
Un beso.
Es que el artista debe medirse con el caos...
ResponderEliminarLa tristeza cuando muere es tan grande como la alegría que nos surge cuando notamos que nace. El amor es así, trae sentimientos únicos e irrepetibles. Peor es no sentirlo nunca. Muy bueno! Un abrazo
ResponderEliminarUna gran pregunta que todos nos hacemos alguna vez de nuestras vidas...
ResponderEliminarTodo termina tal y como empieza, de repente...
Un saludo.
El amor cuando no muere, mata... y amores que matan nunca mueren, dice Joaquín.
ResponderEliminarYo confío ciegamente en su palabra, pero me gusta pensar que el amor no muere. Que sería del mundo si el amor muriera.
Brillante como siempre... Se me ocurre pensar en lo paradójico que resulta la belleza de la tristeza. Los texto tristes tienen una belleza cruel e irresistible.
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