El árbol sagrado.

Era la mañana indicada para talar el árbol. Todo el pueblo estaba convocado para el acontecimiento; el árbol sagrado sería talado.
La historia del árbol sagrado venía de lejos, más de doscientos años atrás, durante uno de los inviernos más fríos de la comarca, este árbol no sólo no se había congelado, sino que siguió dando frutos. Las personas del pueblo recogían todos los días frutos suficientes para cada familia. Los meses de hielo terminaron u un anciano hizo notar a las personas del pueblo que el árbol era sagrado. Al poco tiempo gentes de todos los lados se acercaban a contemplar el árbol y a probar de sus frutos, así que la asamblea de ancianos creyó conveniente construir una cerca de 40 codos de alto alrededor del árbol. La asamblea ya no existe, el pueblo creció y se volvió ciudad y ahora, en medio de la plaza, un árbol molesta la urbanización y complica la limpieza de sus frutos podridos al pié. La intendencia se reunió y decidió talar el árbol y vender la madera.
El día era claro, parecía que el sol festejaba la tala con el pueblo. Nadie recordaba la historia del árbol sagrado, nadie quería recordarla. Entre los más jóvenes se sorteó quién daría el primer golpe y las mujeres se enamoraron inmediatamente del elegido. Pero nadie reparó en el anciano, nieto del último anciano de la asamblea, que se acercaba al tronco a través de la cerca derribada y derruida, se paraba al frente de la muchedumbre, y se disponía a hablar. Todos callaron, nadie esperaba esto y la inquietud llamó al orden. Débilmente, con apenas las fuerzas de la vejez, el anciano le preguntó al pueblo si no era más sensato consumir los frutos del árbol. 

15 comentarios:

  1. Buena moraleja puede extraerse del cuento, Ignacio. A veces, la falta de memoria nos lleva a estupideces como ésa.

    Un saludo.

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  2. ...la sabiduría de la vejez!!

    ¿qué habrá respondido el pueblo?
    Mi beso gigante.

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  3. Nuestro problema actual es que vivimos con amnesia. Hombres y mujeres con memoria de pez, que olvidan en tres segundos toda una vida y una historia...

    Hombres y mujeres condenados a cometer errores...

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  4. Vaya, una historia de mucha actualidad, sí señor. Se me vino a la mente a muchos que piensan que la sabiduría debe surgir desde cero del interior de cada uno... menudo desprecio a tantos milenios de erudición !!!

    Que no se nos olvide, que el hombre muere cuando más sabe. ¿Por qué no continuar con ese conocimiento justo donde se quedó?

    Y en el plano sagrado... no basta con ignorar, hay que destruir. Me temo que la no creencia, no deja de ser la creencia más debil...

    Un fuerte abrazo.

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  5. Buena historia. Creo que querer olvidar todo lo aprendido implica perder la sensatez. Seguro que siguieron adelante con la tala.

    Saludos

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  6. Más sensato probablemente. Ahora, que las personas reaccionen y se den cuenta, lo dudo...

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  7. Seremos nosotros alguna vez tan sabios como el nieto del último anciano de la asamblea. Me gustaría pensar que sí.

    Veo que te gustan los dibujos de Esher...

    Saludos, Ana

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  8. Un cuento con sapiencia y sabiduría de vida. Saludos. Carlos

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  9. Coincido con Ana...Me gusta imaginar que nuestros hijos, los nuevos hijos de la tierra, estarán felices de cuidar y reverenciar nuevos árboles sagrados.
    Y empachándose con sus frutos :)

    Un abrazo grande!

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  10. Por qué no talar el árbol ? Acaso no todo pasa ? Como evoluciona un organismo si no es sobre los restos del anterior ? Por qué deberíamos, incluso nosotros mismos, perdurar ? No sería mejor aprovechar el escaso tiempo ? La vida es solo un recreo entre dos eternidades. A veces el vacío es la lección. Qué es más importante en un balde: el material con el que está construido o el vacío donde colocamos el líquido?
    Evitemos aferrarnos a lo material. Conservemos la idea del árbol.

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  11. Ja! Me gustó el retruque final. La manera en que desarrollas el cuento, la moraleja y la forma de narración...
    Keep´n touch!

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  12. Dejar aparentemente inacabado un cuento es el mejor de los finales...todo es tan rápido ahora, nada parece permanente, se consume rápido, se usa para una sola vez, no damos tiempo a recoger los frutos, olvidamos facilmente y abandonamos igual...

    De repente al leerte recordé porque pasaba por tus blogs y me agrada comprobar que no has cambiado...

    me gustó..

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  13. Hola!!!!

    Comienzo el año siendo una savia, digo por mi edad, jijijijiji
    Que tengas una buena semana.
    Un abrazo de oso.

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  14. Por algo tu espacio es uno de mis preferidos estimado. Brillante como siempre... Hace tiempo que no pasaba, tendría que dejar de correr un poco y detenerme y visitar estos buenos lugares. Muchas gracias por tu visita a mi humilde morada, siempre es un honor. Un abrazo.

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  15. Muy bueno, la voz de la coherencia palpita en el anciano. ¡Que haya más así para esta sociedad que tantos árboles se queda mirando!
    Un fuerte abrazo.

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