Sentido.

Miró la página en blanco, nada aparecía en ella. Pensó en el sentido del arte, que nada había cambiado nunca a causa del arte. Que hubo guerras después del concierto de Aranjuez, asesinatos después de 8y1/2 de Fellini, violaciones después de El séptimo sello. Y así fue recorriendo sus recuerdos del arte y volvía a la página en blanco; y miraba su biblioteca impotente, dolido, inerme. ¿Para qué escribir?, tal vez fuese mejor vivir la vida como Lolita, disfrutando de todo y sufriendo por todo. Nada se lograba, el mundo seguía su camino de destrucción y, el único problema, el problema total, era una mísera hoja en blanco.

Miró el espejo. Se miró. Entendió que se había convencido de la mentira de un destino, de ser especial, distinto. Tomó la hoja violentamente y la arrugó, con la furia de la impotencia, de la inutilidad. La encendió por una punta y sobre ese fuego, en esa chimenea inútil del verano, quemó sus manuscritos, uno a uno, lentamente. Y le siguió Borges, porque también de él era la culpa, hasta terminar con su biblioteca. Y murió.

13 comentarios:

  1. ¿Quemar un manuscrito? Buff... me llora el alma cuando se destruye incluso por accidente un escrito. Y más aún si lo que se quema es una vida no-vivida.

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  2. las paginas en blanco suelen ser perturbadoras

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  3. Siempre me han gustado las paginas en blanco porque al final son mi historia. me gusta mucho este escrito, Ignacio.

    Besines

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  4. Que dificil ese encuentro con la pagina en blanco...
    Me encanto este texto!

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  5. Los manuscritos desaparecieron en la epoca del Word. Ahora es mas fácil y ecológicamente amigable: delete all y adios problema!

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  6. Que página en blanco.
    Que hoja arrugada.
    Que manuscritos quemados...
    Qué extraño!
    Qué sentido?

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  7. Y si, la página en blanco motiva o mata, borges deberia morir nuevamente?, es cierto, mejor hubiera sido seguir viviendo su vida de lolita.

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  8. Uff bastante fuerte esto, con total sentimiento de lo perdido.
    Una hoja en blanco me dice mucho y a la vez no tanto.
    Un abrazo Ignacio y muy conmovedor tu escrito.

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  9. hace poco sufrí el síndrome de la hoja en blanco... que feo y común que se vuelve...
    te dejooo un beso! =)

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  10. Esa hoguera tiene la culpa de que se esté congelado el arte.
    Esa hoguera tiene la culpa de que me esté enfermando de anemia cultural.
    Y yo no quiero morir...
    Yo quiero vivir así: disfrutando de todo y sufriendo por todo.

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  11. Pedirle al arte que cambie el mundo es excesivo.
    Pedirle no lo haga es criminal.

    Leí unos pocos, lo importante es que quiero volver a leer los que faltan.
    Saludos.
    Marteem.

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  12. UAU!

    Ultimamente encuentro mucho "intertexto" en las cosas que leo de vos y en las que escribo.... por ejemplo, ayer o antes de ayer escribí un poema en el que un encuentro entre dos personas hacia incendiar una biblioteca.

    Más allá de eso, que supongo será fruto de la casualidad, creo que lo que le sucedió al protagonista de la historia es un sentimiento que nos ha invadido a todos alguna vez: pasar de querer realizar la gran obra para la humanidad con un poema o con una novela... y luego descubrir que eso es imposible. Quizás suene como una resignación, pero visto y considerando que no se puede, sólo nos queda sumar como granitos de arena palabras de acá y de allá, que quizás hagan bien alguna vez a alguna persona, quizás le arranquen una sonrisa a una muchacha o logren que un señor logre sentirse identificado. O quizás ni siquiera eso. Quizás nada. Quizás vayamos a la tumba con un cuaderno escrito que nadie leyó jamás. Pero de la magia de escribir no nos libra nadie, por más que sea un secreto que pase desapercibido.

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  13. Nada cambia, ¿para qué hacer algo sino existen consecuencias?
    Sin embargo si tu autor hubiera podido ver lo que ocurre cuando se queman los manuscritos que otros deberían haber leído..., aquel que despertó la conciencia de la mujer diciéndole que no estaba bien guardar silencio, o ese otro que le abrió los ojos a Miguel sobre el error que cometía el personaje de tu última historia, que bien podría haber sido el...Si el autor hubiera podido imaginar siquiera que el sonido de una letras sobre las olas de los demás algún día se convertirían en las olas de un Sumiri sobre la sociedad...
    _Nunca hubiera dejado quemar una sola palabra, es más, las hubiera tallado sobre las paredes de su casa, las aceras de las calles aledañas, las paredes del metro, la puerta del trabajo, la de los ministerios. Se convertiría en misionero del mensaje...
    Aunque sólo hubiera escrito una única palabra.

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